Sí, como la canción de Los Planetas. Y es que, después de muchos meses desconectada del universo sonoro, este mes retomé mis raíces, y me dediqué a leer alguna que otra publicación y a investigar en youtube qué cosillas se venían haciendo en los últimos seis meses o un año. Echaba un vistazo a algunas entrevistas y algunas críticas de discos que ponían bastante bien a ciertos grupos y demás, pero cuál era mi sorpresa al buscarlos en youtube y escuchar-ver que eran más-de-lo-mis-mo, MÁS DE LO MISMO. Este tal grupo suena a este otro y así ad infinitum.
Entiendo que es inevitable que la música remita a sí misma, que muchos grupos (todos) tengas influencias y tampoco se trata de ponerme estupenda y hablar de los orígenes y que todo viene del jazz, bla, bla, bla. Pero lo que me realmente me cabrea es que esta gente que saca discos como churros (curioso que digan que el mundo discográfico está de capa caída) y se dedica a cortar y pegar como si se tratase de un trabajo de lengua del colegio, pretendiendo que no se note mucho, me saca de mis casillas. Pero lo peor, sin duda, es toda esa retahíla de críticos del tres al cuarto, esos que se inventan etiquetas absurdos para definir de la manera más cool los estilos musicales, esos que cuando comentan un disco no hacen otra cosa que alardear de la cantidad de nombres de grupo y canciones que conocen, esos que hace ya tanto tiempo se han erigido en estandartes de lo que se debe y no se debe escuchar... Todos ellos no son otra cosa que falsos y putrefactos profetas.
El caso que ha colmado mi vaso ha sido el de una tal Annie B. Sweet. Que si artista revelación, que si pop quebrado, bla, bla, bla. Y al escuharla no puedo dejar de pensar en Russian Red (y no voy a entrar ahora en qué pienso cuando escucho a esta última, aunque reconozco que me gusta). Es decir, la tal Annie, que creo que es de aquí, ha aprovechado la estela de la madrileña y punto. Pero no, los ínclitos y maravillosos críticos musicales no te dicen nada de esto. NA-DA. Y una se acaba sintiendo totalmente estafada.
Me muero por escuchar algo que me impacte, que me deje con la boca abierta y haga que esté mirando toda su discografía para comprarme desde el primero hasta el útlimo disco, que me acompañe en mi casa mientras me fumo un pitillo para relajarme al final del día, que me retorne las ganas de ir al culo del mundo a un concierto.
Si alguien lee esto y puede hacerme una recomendación, estaré muy agradecida. Hasta entonces, me quedo con "Everything in it´s right place" y ahí es todo.
Entiendo que es inevitable que la música remita a sí misma, que muchos grupos (todos) tengas influencias y tampoco se trata de ponerme estupenda y hablar de los orígenes y que todo viene del jazz, bla, bla, bla. Pero lo que me realmente me cabrea es que esta gente que saca discos como churros (curioso que digan que el mundo discográfico está de capa caída) y se dedica a cortar y pegar como si se tratase de un trabajo de lengua del colegio, pretendiendo que no se note mucho, me saca de mis casillas. Pero lo peor, sin duda, es toda esa retahíla de críticos del tres al cuarto, esos que se inventan etiquetas absurdos para definir de la manera más cool los estilos musicales, esos que cuando comentan un disco no hacen otra cosa que alardear de la cantidad de nombres de grupo y canciones que conocen, esos que hace ya tanto tiempo se han erigido en estandartes de lo que se debe y no se debe escuchar... Todos ellos no son otra cosa que falsos y putrefactos profetas.
El caso que ha colmado mi vaso ha sido el de una tal Annie B. Sweet. Que si artista revelación, que si pop quebrado, bla, bla, bla. Y al escuharla no puedo dejar de pensar en Russian Red (y no voy a entrar ahora en qué pienso cuando escucho a esta última, aunque reconozco que me gusta). Es decir, la tal Annie, que creo que es de aquí, ha aprovechado la estela de la madrileña y punto. Pero no, los ínclitos y maravillosos críticos musicales no te dicen nada de esto. NA-DA. Y una se acaba sintiendo totalmente estafada.
Me muero por escuchar algo que me impacte, que me deje con la boca abierta y haga que esté mirando toda su discografía para comprarme desde el primero hasta el útlimo disco, que me acompañe en mi casa mientras me fumo un pitillo para relajarme al final del día, que me retorne las ganas de ir al culo del mundo a un concierto.
Si alguien lee esto y puede hacerme una recomendación, estaré muy agradecida. Hasta entonces, me quedo con "Everything in it´s right place" y ahí es todo.